Homenaje a la juventud militante que defendió sus ideas en tiempos de proscripción y persecución política en gobiernos golpistas, ilegítimos y antipopulares.

martes, 7 de mayo de 2013

MARTÍNEZ, Sergio Antonio


Si, era un idealista.
Cometió el delito de pensar, de comprometerse”
                                     (Yoyi de Trenque Lauquen, de Silvia Raquel Martínez)


Nació el 22 de agosto de 1956 en la ciudad de Trenque Lauquen, hijo de Emilio Héctor Martínez e Ibis Nancy Gímenez, hermano de Mirta Gloria y Silvia Raquel.

“Yoyi” era un muchacho agradable y querido,  solidario y generoso, con grandes inquietudes, tan gustoso de la libertad como de la amistad. La historia de sus emprendimientos comerciales hablan sobradamente de su personalidad, desde la vidriería instalada por su padre que fue regalada a su socio en tanto obstáculo para sus planes de vivir en Buenos Aires hasta el negocio de pulóveres iniciado junto a una hermana, del que jamás obtuvo lucro. El desprendimiento de los bienes materiales ganados con el esfuerzo diario eran una constante en beneficio de los amigos más necesitados.

Tenía una gran sensibilidad por la opresión y los marginados. Cuando en la ciudad se construía el barrio “Indio Trompa”, él le sacaba a su padre sanitarios y materiales de construcción, colaborando además con trabajo. Esta historia se repitió, según se anunció en unas jornadas de historia local (y que no precisa la fuente elegida) en el barrio “Evita Centenario”.  En ese sentido, compartía idénticos valores con su gran compañero de andanzas Ricardo Frank.

Hacia 1978, Sergio estudiaba teatro infantil y trabajaba como chofer de taxi, comprado a pagar con otro amigo de Trenque Lauquen. El 9 de noviembre llegó la aciaga noticia del secuestro de un gran amigo, Francisco Natalio Mirabelli. En la tarde del día 10 un grupo comando armado irrumpió en el departamento un grupo comando, que alegó realizar un operativo por drogas y secuestraron delante de su madre a Ricardo Frank, ordenando luego que no realizaran ningún tipo de denuncia. Lidia Frank, sin salir del shock le rogó que se fuera urgente. “Yoyi” alegó no haber hecho nada malo. Tomaron un café, hicieron la denuncia.

Pero dos horas después, entre destrozos, amenazas, golpes y miedos, sufriría el mismo episodio que su amigo.

Sergio Antonio Martínez murió en la ESMA.


Fuente:
MARTÍNEZ, SILVIA RAQUEL. Yoyi de Trenque Lauquen. 30.000 desaparecidos y una historia, Editorial Martín, Mar del Plata, 2007.

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