“Si, era un
idealista.
Cometió el
delito de pensar, de comprometerse”
(Yoyi de Trenque Lauquen, de Silvia
Raquel Martínez)
“Yoyi” era un
muchacho agradable y querido, solidario
y generoso, con grandes inquietudes, tan gustoso de la libertad como de la
amistad. La historia de sus emprendimientos comerciales hablan sobradamente de
su personalidad, desde la vidriería instalada por su padre que fue regalada a
su socio en tanto obstáculo para sus planes de vivir en Buenos Aires hasta el
negocio de pulóveres iniciado junto a una hermana, del que jamás obtuvo lucro.
El desprendimiento de los bienes materiales ganados con el esfuerzo diario eran
una constante en beneficio de los amigos más necesitados.
Tenía una gran
sensibilidad por la opresión y los marginados. Cuando en la ciudad se construía
el barrio “Indio Trompa”, él le sacaba a su padre sanitarios y materiales de
construcción, colaborando además con trabajo. Esta historia se repitió, según
se anunció en unas jornadas de historia local (y que no precisa la fuente
elegida) en el barrio “Evita Centenario”. En ese sentido, compartía idénticos valores con
su gran compañero de andanzas Ricardo Frank.
Hacia 1978, Sergio
estudiaba teatro infantil y trabajaba como chofer de taxi, comprado a pagar con
otro amigo de Trenque Lauquen. El 9 de noviembre llegó la aciaga noticia del
secuestro de un gran amigo, Francisco Natalio Mirabelli. En la tarde del día 10
un grupo comando armado irrumpió en el departamento un grupo comando, que alegó
realizar un operativo por drogas y secuestraron delante de su madre a Ricardo
Frank, ordenando luego que no realizaran ningún tipo de denuncia. Lidia Frank,
sin salir del shock le rogó que se fuera urgente. “Yoyi” alegó no haber hecho
nada malo. Tomaron un café, hicieron la denuncia.
Pero dos horas
después, entre destrozos, amenazas, golpes y miedos, sufriría el mismo episodio
que su amigo.
Sergio Antonio
Martínez murió en la ESMA.
Fuente:
MARTÍNEZ, SILVIA
RAQUEL. Yoyi de Trenque Lauquen. 30.000
desaparecidos y una historia, Editorial Martín, Mar del Plata, 2007.
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